Sei tu lo speaker? No, signore, lo speaker è questo ragazzo. El delegado de la LEN, tieso como un lord o un mayordomo francés, pasa de mí y se cuadra frente a Sergio Moyano y le advierte: Adesso sei in una partita europea, devi dimenticare il cuore ed avere fair play, devi essere obiettivo, capisci?
Como el poeta, que citando a Freud nos recuerda que el agua (léase la existencia, la vida) tiende a la horizontalidad, al reposo absoluto, a la muerte. “La muerte y el amor se hacen en la cama. En una cama. Basta con ponerse horizontal para que todos los verticalismos de la vida se vengan abajo. Basta con tenderse boca arriba, ¿has probado?, para que nada importe nada” (Francisco Umbral , Carta abierta a una chica progre).
La LEN es el euclidianismo de lo horizontal. La LEN quiere horizontal a todo el mundo menos a sus delegados, que se yerguen y asoman por el cuello planchado del traje y la corbata, para admonizar con el índice, para amansar, para someter. En inglés o en italiano. Adesso sei in una partita europea.
Pero hay mujeres que se resisten a tenderse. Hay un equipo de libertades que se alzan, que se están alzando, contra este sistema de líneas paralelas, contra la horizontalidad de lo establecido, contra el pentagrama y la melodía que orquestan en Roma. Es la épica de un Sabadell Astralpool que va y empata con el campeón Orizzonte y que frena después al Kirishi que figura en las pruebas de imprenta del programa de mano de la final four en Kirishi.
Bisogna fare complimenti al Sabadell, che ha fatto un bravo campionato, arrivando fino ai Quarti di Finale, dice el delegado en el almuerzo. Y palmadita en la espalda del Club del delegado LEN, que es una invitación a tenderse de una vez, que ya se ha divertido suficiente y no vaya a pensar que va a poder seguir jugando. Túmbese, quédese quieto. Deje pasar a quienes saben de waterpolo, que en esta fiesta no está usted invitado, ¿no querrá darme el disgusto de alterar el programa con fiesta en Kirishi?
Devi dimenticare il cuore ed avere fair play. Pero este puñado de jugadoras tienen corazón, son un corazón en pos de su sueño de final four. Y se levantan todos los días, cada uno de los minutos, y se pelean con la horizontalidad del agua y renacen en el pantano de la desidia y de la inercia de la historia. “La tarea es uno mismo, una misma –espolea Umbral-. No hemos venido aquí a cumplir un encargo. El encargo somos nosotros. El recado eres tú”.
En este aburrimiento mortal del domingo perpetuo en el que vive la LEN ha irrumpido el Sabadell, la hija rebelde que dice palabrotas en la mesa familiar, que mete el dedo en la ensaladilla rusa de la comida solemne, y en Roma se atraviesa en la tráquea de los bisabuelos una espina que había en el buñuelo de la Copa de Europa.
En este aburrimiento mortal del domingo en el que se asesina obiettivamente a las chicas que no se extirpan los sueños, en esta programación toca final four en Kirishi, y no hay nada más que hablar. Y los aviones y los taxis y los hoteles y los palcos tienen ya hecho el hueco de sus culos en los asientos, en una horizontalidad allanada hasta todas las Rusias.
En esta mortal horizontalidad de los domingos de la LEN, con inclinaciones de lacayo, la salida de tono de un Sabadell que llama a la puerta y despierta de la modorra de la sobremesa no se tolera. Y está a punto de telefonear a la Guardia Civil: a esta casa bien ha venido un agitador, allánenmelo.
No, el Sabadell no está invitado.
Y si no, lean a Umbral.
martes, 3 de febrero de 2009
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