miércoles, 3 de febrero de 2010

LAS 25 RAZONES QUE ME HACEN SABER QUE EL ASTRALPOOL GANARÁ EN ATENAS (VIII)


OCTAVO ARGUMENTO:
LA CAPACIDAD DE CREERSE EL PROPIO SUEÑO

"Siempre he creído -escribe Miller en 'El coloso de Marusi'- que el arte del narrador consiste en estimular la atención del oyente, de manera que éste se hunda en sus propios sueños mucho antes de llegar al fin. Las mejores historias que he escuchado no tenían pies ni cabeza, los mejores libros que conozco son los que no puedo recordar su argumento, los mejores individuos son los que no llevan a uno a ninguna parte".

El escritor George Katsimbalis, al que rememora Miller como maestro de aquellas premisas, despreciaba en sus largos y fascinantes monólogos el orden temporal. Con su charla estaba en todas partes a la vez, en todos los lugares de la tierra. Lanzaba al aire las palabras y cuando el oyente creía que iban a romperse contra el suelo, Katsimbalis las recogía hábilmente sin molestarse en hacer ni un mínimo quiebro.

Y la historia fascinaba. Era una magia que Miller analizaba sin poder determinar sus trucos. Era un discurso lleno de resonancias, de tormentas en el Ática, de clarividencias que se descubrían horas después de ser oídas e intuidas.
"El hombre que hablaba –continúa el escritor norteamericano– había dejado de tener talla y proporciones humanas, convirtiéndose en un coloso cuya silueta se perdía, yendo y viniendo del pasado al porvenir, con el ritmo zumbante y profundo de sus frases cargadas de drogas".

Éste es el ombligo del mundo. Aquí reside el murmullo arcaico que nos agrupa en la raza de los humanos. Somos hijos de las palabras, hermanos en el discurso, súbditos de los sueños expresados. De la tierra ática, qué precioso juego del destino, de donde el Astralpool quiere traerse su propio tiempo y gloria, nos viene un relato sobre la maestría del lenguaje y el poder de la palabra. El coloso de Marusi tiene que ser ahora este Sabadell, sumergido en su propio sueño, transportado en su propio arte de creerse esta historia.
Y sé bien que estas jugadoras tienen este poder y esta convicción.

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