domingo, 14 de febrero de 2010
LAS 25 RAZONES QUE ME HACEN SABER QUE EL ASTRALPOOL GANARÁ EN ATENAS (XVI)
DECIMOSEXTO ARGUMENTO:
NO EXISTEN LAS RAZONES PERMANENTES
¿Construimos una casa para siempre?
¿Sellamos las tablillas para siempre?
¿Parten los hermanos los bienes paternos para siempre?
¿Reina la ira en el país para siempre?
¿Duran la crecidas de los ríos para siempre?
¡Desde siempre no existe nada permanente!
¡No existe nada permanente! Ni siquiera la victoria. Desde siempre se sabe que nada es para siempre. Ni siquiera la derrota.
El texto pertenece a la epopeya de Gilgamesh, el primer héroe literario, escrita en Mesopotamia hace 3.500 años, y este fragmento no es otra cosa que una profunda reflexión sobre la fragilidad humana. Cualquier pensamiento que creamos seguro no es sino una construcción propia elaborada para eludir nuestra fragilidad. Para olvidar que todo lo humano es pasajero, incluso las referencias de todo este mundo que nos rodea.
Así que, ¿por qué comportarnos igual que siempre? ¿Por qué considerar las mismas opciones continuamente? ¿Por qué manejar idénticas conjeturas? ¿Por qué pensar que el Astralpool está en una posición inferior al Olympiacos?
¿Duran las crecidas de los ríos para siempre? ¡Desde siempre no existe nada permanente! ¿Hay norma eterna que sentencie que una derrota en la ida suponga una eliminación segura? ¡Es sólo una suposición para quien necesita asideros, una construcción! Y un pensamiento es humo, aire, volatilidad. Nada. Más de 3.500 años atrás, el hombre ya dejó escrita esta verdad.
¿Alguien puede discutir que todo está abierto en el partido del 20-F?
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