DECIMOQUINTO ARGUMENTO:
EL PERSEVERANTE CREA SUS PROPIAS OPORTUNIDADES
He leído la historia de Jesús Leonardo, en el New York Times en español que edita El País, y al margen de las miles de consideraciones que pueda sugerir el modo de vida de alguien que revisa la basura de las casas de apuestas de Manhattan para encontrar boletos premiados, yo he visto una parábola sobre la supervivencia.
Aunque más que supervivencia, hablaríamos de listeza. Y es que Leonardo ha ganado medio millón de dólares en diez años recogiendo lo que la gente tira prematuramente. Vive, y bien, de esta estrategia, declarando incluso sus ingresos a Hacienda. «Al principio mi mujer pensaba que estaba loco, pero después de un tiempo ya no», declara el protagonista de esta historia.
Jesús Leonardo no es un indigente, si acaso alguien que explota la naturaleza descuidada del hombre. Se nos hace difícil creer que se tiren verdaderas fortunas por error. Y aquí encuentro yo el filón: ¿no podrá el Astralpool ser el más listo y arrebatarle el tesoro de la final four al Olympiacos? El poderoso cree que lo tiene todo ganado de antemano y esta confianza le precipita en el error, en el descuido, en la renuncia prematura cuando las cosas no discurren por los cauces esperados.
Leonardo conoce la crudeza de este mundo y con fe y esfuerzo se ha procurado su propia oportunidad, creándola de la aparente nada. Parece una historia inverosímil, pero es cierta. El Astralpool está ahora creando su parábola.
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