lunes, 16 de marzo de 2009

EL CORDERO Y LOS CERDOS


En estas memorias de Astralpool de Copa de Europa y que comparte con las confesiones de Pablo Neruda, hay un episodio de coincidencia pasmosa. Pasmosa y atroz.
Cuenta Neruda que hablando con Federico García Lorca -el genio de la flor del jazmín-, que acababa de regresar de una gira con La Barraca, tuvo un preconocimento de su propia muerte, de su vil ejecución ("El aire se había muerto,/ estaba inmóvil y arrugado".)
Le contó Federico que había tenido un extraño suceso estando en un pueblo de Castilla. Al amanecer, no pudiendo dormir, se había levantado y vagó por los aledaños de la aldea. De entre la niebla apareció un cordero lechal que se le acercó ramoneando las hierbas. "Era como un pequeño ángel de niebla que humanizaba de pronto la soledad, cayendo como un pétalo de ternura", escribe Neruda.
De pronto, una piara de cerdos semisalvajes, "con un hambre cerril y pezuñas de piedra", se echó sobre el cordero y lo despedazaron y devoraron delante del horrorizado poeta.

"Transido de horror todavía -continúa Neruda-, tres meses antes de la guerra civil, Federico me contaba esta historia terrible (...) fue la representación anticipada de su muerte, la premonición de su increíble tragedia. Federico García Lorca no fue fusilado; fue asesinado".

¿Por qué releyendo este episodio veo en el cordero/Federico al Sabadell Astralpool?
¿Por qué en la piara leo al representante de la Len hablando de 'negocios' con los directivos del Kirishi?
¿Por qué siento que el Sabadell Astralpool no fue eliminado, sino despedazado?
Será porque el mío es un viaje alucinado que nada tiene que ver con la realidad...
"El aire se había muerto./ Estaba inmóvil y arrugado.// Los pinos yacían en tierra/ Sus sombras de pie, ¡temblando!" (Pórtico, del poemario Suites, de F.García Lorca).

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