EL GRAN ORIZZONTE MERECE MODERACIÓN

«(AGAMENÓN) - ¡Escuchad, escuchad! ¿Qué aclamaciones son ésas?
(NÉSTOR) - ¡Alto, tambores!
(VOZ) - ¡Aquiles! ¡Aquiles! ¡Héctor ha muerto, y por Aquiles!
(ÁYAX) - Si es verdad, que no haya regocijo; el gran Héctor era hombre que lo merecía.
(AGAMENÓN) - Continuemos tranquilamente nuestra marcha. Que se envíe a alguien a rogar al gran Aquiles que venga a vernos a nuestra tienda. Si los dioses nos han hecho el favor de esta muerte, la gran Troya es nuestra y nuestras guerras han concluido.»
[W.Shakespeare, Troilo y Cressida, acto V, escena IX]

Está bien que celebre con moderación el Club Natació Sabadell Astralpool su increíble triunfo en Catania. Que descansen las guerreras con la satisfacción y el orgullo de su hazaña grabada en el ánimo: otro panorama se divisa desde la altura.
Pero que no haya recocijo, porque el gran Orizzonte es equipo que merece discreción ante su derrota. Ocho trofeos continentales y, sobre todo, un afán de gloria contemplan su trayectoria. De un humilde hogar han extraído el filtro de la ambición más pura. La historia del Orizzonte de Catania es la historia de un proyecto inmenso que ha contribuido a focalizar la atención mediática en el waterpolo femenino.
Su fama y su invulnerabilidad yacen ahora en la llanura de Troya. No debe ser su ejecutor quien arrastre su cadáver atado a los caballos.
Continúe tranquilamente su marcha el Sabadell y que ruegue a su espíritu humilde y combativo que le visite en cada nueva batalla. Si los dioses han favorecido el triunfo en la piscina Nesima, puede que la Final Four sea cosa hecha y que las desventuras de los años precedentes hayan concluido.
No lo sé. Pero es siempre prudente desoír las aclamaciones, enterrar los despojos gloriosos con ceremonia y fijar la vista, con idéntica postura y arrojo, ante el siguiente rival.