EL VOULIAGMENI NOS DA LA RAZON

Lo había escrito el 24 de noviembre pasado (consultar el artículo “Vouliagmeni, primera división europea”, etiqueta “Ronda preliminar copa de Europa”). Lo había escrito cinco meses antes de la final four: el Vouliagmeni estará en la fase final.
Uno no es adivino, simplemente mira y ve. El Vouliagmeni que vino a Sabadell era un señor equipo. Miré sus entrenamientos, hablé con su entrenadora, la extravertida Alexia Kammenou, y vi sus partidos en Can Llong. También recordé la final four del 2006, disputada en Catania, como la de este año. Es un equipo con recorrido, con proyecto, con calidad.
En la final four de Catania fue capaz de eliminar a la Fiorentina de Dravucz, Stieber, Casanova y compañía, equipo que defendía el título, por 13-12, y de poner al Orizzonte local contra las cuerdas en una final que perdió en la prórroga por 14-13.
Uno no es adivino, pero tiene sus afinidades. Y el Vouliagmeni es una de ellas. Lo confieso: me gusta. Y eso que, hace dos temporadas, nos goleó en dos partidos...
Respecto al 2006, ya no tiene a la australiana Rippon. Pero han incorporado a dos jugadoras interesantísimas: Alexandra Asimaki y Angeliki Gerolimou.
Asimaki, bien-mal conocida en la liga española por su temporada en el Ondarreta de Alcorcón, representa el futuro inmediato del waterpolo griego. Polivalente, batalladora, dura en los dos metros, ambiciosa en su juego ofensivo, diría que es un valor a tener muy en cuenta si algún día de éstos los clubes españoles se deciden a apostar de verdad por el waterpolo femenino.
¿Y Gerolimou? Forma también parte de este futuro inmediato heleno y me ha confirmado la gratísima impresión de noviembre: es un cañón. Tiene gol. Compacta, peligrosísima en el lanzamiento. ¿Clon de Roumpesi? Por ahí. Le endosó cinco goles al Orizzonte en la final perdida.
Y luego, claro, la columna vertebral del Vouliagmeni: Anthoula Mylonaki en la portería, el tridente Melidoni-Liosi-Kantzou, la zurda Konstantina Kouteli, la boya Giorgia Lara, la estrella Antigoni Roumpesi...
Uno no es adivino, uno simplemente mira y ve y envidia a un club que valora el waterpolo de elite y que ambiciona estar entre los mejores equipos de Europa. El Vouliagmeni hoy ha perdido una final, mañana la ganará. Al tiempo.